DISCO
Una pequeña discoteca de paredes transparentes instalada en medio del espacio. Un piso con luces, una bola de espejos girando en el centro. A veces se enciende una maquina de humo que vuelve borroso el lugar.
Los espectadores pueden ingresar a la discoteca o ver lo que sucede desde afuera, a través de las paredes vidriadas.
La música suena fuerte y con una particularidad: cada 10 minutos cambia radicalmente el estilo de canciones que se escuchan. Las canciones están agrupadas en tres estilos muy diferentes: alegres, tristes y violentas.
Dentro del lugar hay tres actores con micrófonos.
Afuera del lugar hay un podio para el DJ, pero en lugar de un DJ hay un dramaturgo con una computadora.
El dramaturgo escribe en vivo textos breves inspirándose en el estilo de la música que suena en la disco: textos alegres, textos tristes y textos violentos.
Los textos que va escribiendo salen instantáneamente por una impresora que hay dentro de la disco, de manera que los actores los reciben.
Los tres actores cada tanto leen y representan sobre el fondo de la música los textos que va escribiendo el dramaturgo. Los textos se relacionan con la particular música que suena en el lugar en ese instante y cambian cada diez minutos: por momentos los actores cuentan sólo historias muy tristes, en otros muy alegres y en otros historias violentas. Los actores los actúan respetando el estilo que inspiró los textos que el dramaturgo escribió en vivo.
Cada media hora el dramaturgo cambia y uno nuevo toma su lugar, a la manera de los diferentes DJ en una disco. El nuevo dramaturgo también escribe textos breves dejándose inspirar por la música y utilizando su poética personal.
A lo largo de dos horas y media cinco dramaturgos diferentes ocupan el lugar.
En los costados del espacio hay dos pantallas de video. En una se ve un plano cenital del dramaturgo escribiendo y a veces la pantalla de la computadora donde el dramaturgo escribe. En la otra se ve la disco con los actores y también aparecen frases que incitan a los espectadores a bailar con los textos de cada dramaturgo.
Durante la intervención el espectador participa de un proceso creativo en vivo. La improvisación en la escritura, en la que los dramaturgos abandonan la creación en soledad, y la influencia de lo musical guían la representación.
El espectador también puede dejarse atravesar por los recuerdos o sensaciones que esas músicas despiertan en ellos e imaginar sus propios textos e historias.
O solamente bailar.
Concepto y dirección: Mariano Pensotti
Escenografía: Mariana Tirantte
Luces: Matías Sendón
Diseño sonoro: Federico Marrale
Escritores:
Santiago Gobernori
Romina Paula
Martiano Pensotti
Rafael Spregelburd
Actores:
Esteban Bigliardi
Juan Minujin
Julieta Vallina
Disco fue presentada dentro del Festival Internacional de Buenos Aires 2007.