MADAMA BUTTERFLY
Una versión de Mariano Pensotti
Madama Butterfly es un clásico atemporal, una de las piezas más representadas en los teatros de ópera de todo el mundo, con una música increíblemente hermosa, elogiada con justicia durante décadas, personajes fuertes y una historia compleja donde se abren muchas interpretaciones.
Este último elemento, la historia, es el que puede resultar problemático desde una perspectiva contemporánea. Una joven japonesa sumisa e inocente profundamente enamorada del norteamericano que la “compró” junto con una casa es una trama que seguramente fue percibida de manera radicalmente diferente en la época de Puccini que en la actualidad.
Temáticamente se podría decir que toda la pieza, no solo la historia, está relacionada con la idea de cómo se construye un otro: cómo Puccini y el “japonismo” de comienzos del siglo XX construyeron una imagen de Japón y de los japoneses, por ejemplo. La construcción colonial de un otro a través de la “narración» del colonizador es ineludible, la invención de un otro simplificado con la función de controlarlo.
La idea del otro, como una suerte de doble distorsionado de uno mismo, está muy presente en la pieza: el enfrentamiento entre Oriente y Occidente, claro, pero también Butterfly espeja el suicidio de su padre utilizando el mismo cuchillo, Kate es una clara doble de ella en versión occidental y así sucesivamente.
La identidad parece ser otro tema relevante. Ambas culturas y perspectivas chocan permanentemente en el cuerpo de Butterfly.
En la historia, ella anhela fervientemente convertirse en otra. Renuncia a su religión, se separa de su familia, trata de comportarse como una occidental, abandona su propio nombre, decora su casa como una norteamericana… Más allá de decir que está enamorada de Pinkerton, uno podría pensar que de lo que está enamorada es de su propio deseo de ser otra, está enamorada del otro yo en el que ansía transformarse.
Es su lucha por convertirse en otra, en lugar de la historia de amor tradicional, la clave de la pieza.
Una de las ideas centrales de nuestra puesta en escena de Madama Butterfly es agregar una historia paralela. A través de textos proyectados en momentos claves de la obra contamos la historia de una mujer japonesa contemporánea: Maiko Nakamura. Maiko es directora de ópera y, de hecho, se dice que es la directora de la puesta en escena de Butterfly que estamos viendo.
La historia de Maiko Nakamura es similar en algunos aspectos a la de Butterfly pero con un contexto contemporáneo. Para Maiko, Butterfly es una obra muy importante y problemática a la vez, una obra que la fascina y la obsesiona por las analogías con su propia vida. Y también porque es ella quien siente que la pieza es el compendio de una mirada colonial de otro, a pesar de que Puccini y sus libretistas trabajaron intensamente en la documentación y encararon el proyecto con gran respeto la imagen del pueblo japonés no deja de ser el típico retrato paternalista de Occidente. Maiko cree que este tipo de retrato es algo que se aplica a una cultura periférica y también a cómo los hombres construyen a las mujeres.
Mientras la historia de Butterfly avanza hacia la tragedia Maiko no podrá evitar que la suya corra una suerte similar.
Como todos los grandes clásicos, Madama Butterfly sigue desafiándonos y conmoviéndonos. Más allá de las intelectualizaciones, siempre logra tocar nuestras emociones más profundas.
Con esta puesta en escena que a través de un juego borgeano de reflexiones y dobles se desarrollan aspectos no explorados hasta ahora, intentamos perpetuar su vida y enriquecer sus interpretaciones.
Una Madama Butterfly de sensibilidad contemporánea que, con la misma pasión que su protagonista, se propone transformarse en otra para descubrir lo que está más allá de lo conocido.
Puesta en escena: Mariano Pensotti
Escenografía y vestuario: Mariana Tirantte
Asistencia de escenografía: Gonzalo Cordoba Estevez
Luces: Alejandro Le Roux
Dirección musical: Giuliano Carella
Asistencia de puesta en escena: Olga Poliakova
Dirección de coro: Alessandro Zuppardo
Elenco:
Cio-Cio-San (Madama Butterfly): Brigitta Kele
B.F. Pinkerton: Leonardo Capalbo
Suzuki: Marie Karall
Sharpless: Tassis Christoyannis
Goro: Loïc Félix
Príncipe Yamadori: Damien Gastl
The Bonze: Nika Guliashvili
Kate Pinkerton: Eugénie Joneau
Tío Yakuside: Hervé Huyghues Despointes
Comisionado Imperial: Damien Gastl
Oficial de estado civil: Roman Modzelewski
La Madre: Fan Xie
La Tia: Isabelle Majkut
La Prima: Tatiana Zolotikova
Chœur de l’Opéra national du Rhin,
Orchestre philharmonique de Strasbourg
Producción: Opera National du Rhin / Strasbourg – Mulhouse (Temporada 2021)